jueves, 5 de junio de 2014

El Juego Mental

Una vez más me encontré subiendo la misma cuesta, con sus molestas piedrecitas colocadas de la misma incómoda manera, oyendo los mismos pájaros que nos saludaban de buena mañana. Otra vez calentar en la misma vía, quizá en alguna nueva también para intentar mantener la motivacion de nuevos retos, aunque sólo durara ese dia...
  Otra vez atarse el nudo, ajustarse la rodillera para que aguante en el reposo hasta que se duerma la pierna, visualizar el primer maldito bloque en la tercera cinta que parecia infranqueable, soplar con desánimo antes de empezar y forzar buenos pensamientos positivos aunque en el interior haya una pequeña voz que dice..."ya está, no quiero subir más por ahi"....
Grandes pasos para ua vía Grande!

   A veces la cabeza no es tan fuerte como nos gustaria, a veces juega malas pasadas y te hace convertir este juego en casi un sacrificio...cuando te has caido unas cuantas veces a muuuuchos metros, allá arriba, dándolo todo, pareciendo que tu límite no puede extenderse más...o cuando de repente empiezas a caerte más abajo, inexplicablemente, por donde habias pasado ya sin dificultad antes...tu mente juega contigo y te quiere ganar la batalla.

  Esto me ha pasado en algunas de las vías más duras que he encadenado, no en todas, a veces todo ha fluido sin dolor, sin tropezones, pero otras, como en "Momento Payaso" (8b+), la cabecita ha estado a punto de jugármela. Me suele pasar cuando voy a un proyecto muy de tanto en tanto, viajo tres dias y doy dos intentos, en un mes, sólo 5, en dos meses, sólo 7...las cuentas no salen y los meses pasan, entonces empieza a pesarme el tiempo y siento que le he dado 300 intentos y mi cabeza quiere cambiar de juego...
primer bloque que me hizo caerme muuucho
   Pero esta vez, en el último viaje, apreté los dientes, me dejé llevar y pensé "tengo todo el tiempo del mundo, aunque venga ya el calor, volveré en otoño, porque la via es una de las mejores que he probado en mi vida, y lo merece y quiero subirme por ella!"  Así que todo salió, peleé más allá de donde mis brazos digeron basta, agonizando en cada último paso, sin fé pero con ilusión, hasta, sin darme cuenta, chapar la cadena....
Me gusta cerrar unos segundos los ojos en los reposos para relajarme y concentrarme.

    La misma voz que me animaba ese día y no me dejaba rendirme, sufrió en su propia carne el juego mental por el que habia yo pasado. Carlos había caído ya unas cuantas veces en el mismo puñetero movimiento, el bloque duro de su proyecto; "Acuario", 8c. Pero suelto lo hacia facilísimo y de ahí a la cadena habia encadenado ya tres veces...caerte en la tercera chapa y encadenar los siguiente 40 metros de techo...Así que se cambiaron las tornas y esta vez, tras volver a caer abajo, se tumbó abatido, desanimado y murmurando que no podia más y la iba a dejar...esta vez era yo quien le animaba encarecidamente y le obligaba a dar otro...
seccion de abajo con los 5 movimientos clave
    Cosas de la cabecita, cuando aceptó que era el último, que ya no iba a haber otra oportunidad, fué cuando clavó los movimientos y salió del bloque, fluyendo a la cadena sin problemas y quitandose, como yo, 200kg de carga emocional...

     Luchar. Superarse. Batir a ese monstruo interno que de tienta a dejarlo. Ganar estas batallas es lo que engancha, lo que te curte, lo que nos hace fuertes, porque la vida sin retos no es vida, es pasar sin mas, y lo que mas cuesta, más nos llena.
Seccion clave arriba...muy arriba!

3 comentarios:

  1. El post es fantástico, Andrea, y enhorabuena a los dos por vuestros tremendos encadenamientos, que son de los que os hacen más y más grandes cada día!

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  2. Motivación, qué buena es cuando sé encuesta! Hay qué buscarla pues está aquí dentro, dónde solo el alma ve. Cada vez qué me caigo miro ahí y la veo; la siento; la oigo decirme ¡Vamos, ánimo!. Pues, ¡Vamos Andrea, ánimo!. Bendiciones.

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  3. Muy buen relato. Felicidades por la vía a ambos

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